Cartagena de Indias fue el primer destino de este viaje por todo el continente, donde se conocieron los 11 equipos participantes, aunque uno de ellos dijo adiós velozmente y vio cómo se esfumó su sueño por conseguir los 250.000 dólares.
Tras el recibimiento de María Victoria «La Toya» Montoya, quien les advirtió que serán retados al límite en una competencia con muchas etapas eliminatorias, los grupos se abalanzaron hacia el primer desafío (esta vez, intelectual): hallar en los siete barcos con velas seis letras que no se repitieran para armar una palabra clave. Algunos, como las brasileras Débora y Renata y los argentinos Karina y Braian, no tuvieron inconvenientes. Sin embargo, la cosa no fue tan sencilla para otros, tal fue el caso de los mexicanos Ariana y Ramón y de los amigos de Costa Rica Manfred y Pierre, que lo completaron últimos tras una alianza desesperada.
Luego de esto, trayecto en lancha placentero, menos para Ezequiel y Tobías que sufrieron un desperfecto de la embarcación en medio de las aguas del Caribe, y nuevo reto en el que la observación y el instinto tenían que estar a flor de piel. Quienes los tuvieron fueron Jessica y Michelle, que encontraron al vendedor de sombreros con el siguiente desafío y le sacaron ventaja al resto, incluso a los uruguayos Darío y Esther, que pudieron haber pasado rápidamente gracias a ella y quedaron un poco relegados por culpa de él.
[embed-google-photos-album «https://photos.app.goo.gl/47xbrDEBzYR16eP79»]El momento de la fuerza, aunque también del ingenio, llegó a The Amazing Race. Los competidores tuvieron que cargar bloques de hielo en una carretilla y dirigirse a una estación de raspaderos donde conocerían su próximo paradero. Aquí, las que picaron en punta se dieron cuenta que un poco de músculo no viene mal, ya que subir semejante peso a la vereda fue una tarea titánica para ellas, mientras que Karina y Braian y Evelyn y Jorge retomaron la delantera y comprendieron que esta etapa podía ser suya, ya que fueron los primeros en concluirla. La suerte, por su parte, no estuvo del lado de los esposos Juan y Beto, cuyo carro se rompió en más de una oportunidad, lo mismo que a sus compatriotas Ariana y Ramón, inundados por una desolación que parecía no tener fin.
Hallar una estatuilla en medio de decenas de montículos de arena fue el «obstáculo» que debieron atravesar los equipos en la penúltima fase de este episodio. Aquí, sólo uno de los dos concursantes podía hacerle frente. Una vez conseguido el objetivo, hubo que correr a toda velocidad al destino final, donde «La Toya» anunció que Evelyn y Jorge fueron los ganadores, por lo que recibieron dos pases directos: el primero deberán usarlo antes de la octava etapa y les permitirá no hacer una tarea o abandonarla durante su realización; el segundo, en realidad, no les pertenece, ya que deberán darlo en mano a otra pareja antes de que termine del cuarto episodio.
A ellos los siguieron Karina y Braian, Ezequiel y Tobías, Juan y Beto, Darío y Esther, Jessica y Michelle, Débora y Renata, Filippo y Eddy, Manfred y Pierre, y Astrid y Alejandra. Todos aliviados por seguir en carrera y cada uno con valiosas lecciones que deberán aplicar de cara a los siguientes retos.
«Lamento decirles que han sido eliminados», fue la frase que escucharon los hermanos Ariana y Ramón. Abrazo de por medio, levantaron los brazos para despedirse, destacando que, al menos, su relación «sigue siendo lo máximo».